29 agosto 2005

DE PERIQUITOS Y PALOMAS


En el parque frente nuestra casa, hay un puñado de periquitos que se escaparon de algún piso en el barrio. Pequeños, con plumaje verde floreciente, destacan de entre sus compañeros más grandes, vestidos en matices feos de gris y negro. Es gracioso observarlos intentar caminar balanceándose con pasos lineales como el pelotón de las palomas, en lugar de dar saltitos como el resto de su propia especie. Una vez, cantaban con una voz más dulce que Kesia, ahora no se atreven a emitir sonido entre los Garci que les rodean.

Puedo imaginarlos soñando en la ventana de su casa anterior, anhelando saltar al gran Afuera. Visiones llenaban sus cabezitas de lo guay que sería ambular con los peces gordos, y disfrutar de la verdadera libertad al otro lado de su celda transparente.

Seguramente hubo una subida de adrenalina aquel día cuando su dueño no vigilaba bien esa ventana y en un parpadeo nuestros amiguitos verdes se lanzaron hacia su particular “mundo feliz”. Pero después de algunos días eufóricos, aquí están.

¿Conoces algunos periquitos que viven así? Tanto esfuerzo gastado para parecerse a otros que no reconocen sus propios dones y capacidades apreciables.

Salvo que alguien viniera y les dijera, “Eh, ¡sois periquitos! ¿Qué hacéis aquí?”, el mundo oirá mucho más la mítica voz de “¡Qué grande es el cine!” que “Amazing Grace”.

2 Comments:

At 11 septiembre, 2005 18:30, Blogger Curtis Clewett said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

 
At 11 septiembre, 2005 18:33, Blogger Curtis Clewett said...

Lastima!

Según mi entendimiento, periquitos van a comportarse siempre conforme con sus instintos salvo que haya presión externa (estar en un mogollón de palomas, ser programados a la Pavlov, etc.). Sólo humanos tienen el privilegio de comportarse en maneras raras.

 

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