10 abril 2008

Dame un escéptico honesto...

Encontré un tío interesante mientras preparaba una charla recientemente. William Mitchell Ramsay fue un escéptico de pura cepa. Formado en arqueología a los finales del siglo XIX, Ramsay fue partidario de la llamada “Escuela Tübingen” (tendencia teológica promulgada por profesores de la Universidad de Tübingen, Alemania), la cual determinó que los Evangelios y en particular el libro de los Hechos del Nuevo Testamento fueron escritos más de cien años después de los eventos y por autores distintos de los asumidos: Lucas, Mateo, etc. Comparando la narrativa bíblica con otros mitos y religiones de la época, y citando supuestos errores geográficos, el grupo de eruditos hicieron el veredicto de que éstas no eran cronologías de testigos oculares, sino una colección de fábulas inventadas por feligreses posteriores, tal vez afanosos, pero equivocados.

Pero Ramsay no fue un incrédulo cualquiera. Dijo que “siempre apuntaba a la verdad y vivió para la verdad”. Por esto decidió zarpar para Turquía y atestiguar los hechos por si mismo, siguiendo los pasos de Pablo en las ciudades de Asia Menor. Lo que descubrió revolucionó el campo de la arqueología de la época y su propia vida.

Muchas de sus investigaciones son demasiado técnicas como para reproducir aquí, pero un incidente destacado ocurrió cuando estaba en la región de la antigua Phyrgia (Anatolia en la era moderna). En Hechos 14:6, el autor cuenta que ellos “huyeron (desde Iconio) a las ciudades de Licaonia, Listra, Derbe, y sus alrededores”. La narración explícitamente expone que cruzaron una frontera desde la Iconio en la provincia de Phyrgia hasta Licaonia. El problema es que, según la respetada autoridad romana, Cicerón, Iconio fue una ciudad que se encontraba dentro de la provincia de Licaonia, más aún, era la capital del distrito. Así sería imposible que Pablo y compañía huyesen desde Iconio hacia Licaonia. Sería como decir que alguien fue desde Barcelona a Cataluña (perdonen el “ñismo”). Obviamente Lucas, o quién fuera, se había equivocado, una razón más para desmontar la veracidad de su autoría o la fecha temprana cuando se compuso el libro de los Hechos de los apóstoles del Nuevo Testamento.

Pero un su vagar por la región, el profesor Ramsay descubrió una piedra de metro y medio de altura yaciendo a su lado cerca de una cumbre en las colinas. Imagínate su sorpresa cuando el respetado arqueólogo leyó la inscripción oficial del Senado de Roma declarando que la piedra fue ubicada allí para marcar la frontera entre Licaonia y Phyrgia con la fecha de 135 AD. ¡Lucas tenía razón, aunque contradecía al mismísimo Cicerón!

Este y muchos otros descubrimientos que corroboraron en vez de desmentir las aventuras grabadas en los Hechos no dejaron a Ramsay opción alguna más que declarar “Lucas es un historiador de primer orden” y convertirse a ser seguidor del Cristo auténtico.

Dame un escéptico honesto en vez de un creyente falso y el mundo cambia…

Algunos sitios web:

http://translate.google.com/translate?hl=es&sl=en&u=http://groups.msn.com/MyChristianDebate/inorout.msnw%3Faction%3Dget_message%26mview%3D0%26ID_Message%3D25267%26LastModified%3D4675526907522931579&sa=X&oi=translate&resnum=7&ct=result&prev=/search%3Fq%3Dwilliam%2Bramsay%2Basia%2Bminor%26hl%3Des%26client%3Dfirefox-a%26rls%3Dorg.mozilla:en-US:official%26hs%3Dtwz

http://www.phenomi.net/millfever/studies/index.php?williamramsay

En castellano: http://www.apologeticspress.org/espanol/articulos/415


1 Comments:

At 16 abril, 2008 13:51, Blogger evidentemente yo said...

Buenas Curtis, no se si te acordaras de mi... sabes algo de como ir a China este verano???:D

esteban

 

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