Diversión u obligación....

¿Cuál es tu criterio, diversión u obligación, para seleccionar los proyectos en las cuales inviertes tu tiempo y energía?
Hace tiempo comenté a un colega sobre algún proyecto venidero que “debería ser divertido”. Inmediatamente me paró. “¿Por qué hablas sobre diversión en el ministerio? ¿Dónde está el sacrificio, la disciplina y el trabajo duro?” espetó con bastante disgusto sobre mi elección de adjetivos. En verdad estos elementos siempre están presentes en cualquier tarea de importancia; pero para mí, si no empiezo con la esperanza de que haya nuevos retos, territorios sin descubrir en mi experiencia y - sí, diversión - no quiero alistarme. Yo sirvo a un Dios bastante creativo. He aprendido que si alguna responsabilidad llega a ser aburrida o me siento esclavizado a ella significa que o bien hay alguna deficiencia seria en mi actitud, o bien estoy fuera de mi llamamiento y es tiempo de mirar a otros campos en la viña de mi Maestro.
Vimos niños llorando en tiempos de alabanza y vecinos que anteriormente escribieron denuncias a la policía en contra de nuestro local, ahora cocinando para los chavales y preguntando sobre cómo pueden conocer a Dios más personalmente. En una de nuestras actuaciones en frente de la catedral, una “tuna” de Portugal se pararon a mirar. El gozo de nuestro grupo fue tan impactante que varios de los músicos universitarios, vestidos en sendos trajes y capas negras, no podían resistir tumbarse en el suelo y hacer la “cucaracha” con nosotros. “Divertido” es un adjetivo bien adecuado.


1 Comments:
como molan los de la tuna haciendo la cucaracha...juas.
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