28 septiembre 2007

Alcachofa o uva?

Durante esta temporada de King’s Kids, hemos meditado sobre el evangelio de Juan. Me fascina como Jesús estaba contento de revelarse poco a poco. Utilizó parábolas, evitó las multitudes clamándole para un milagro. No tenía ninguna inseguridad sobre Quién era él. No necesitaba tarjetas de presentación con su pedigrí elaborado para impresionar las multitudes como haría un hidalgo.

Me recuerda a una alcachofa. Nunca parece muy sabrosa a primera vista. Pero con cada capa que se pela, brinda manjares cada vez más dulces hasta llegar al corazón.

Lamento que nuestra tendencia es más bien ser como uvas agrias. Nos jactamos de nuestros colores y gran sabor. Pero con sólo un mordisco se descubre todo. Luego nos retiramos en vergüenza mientras uno escupe las pepitas.

Es cuestión de seguridad. Sí sabemos quiénes somos y Quién nos ama, podemos lavar los pies de los demás sin vergüenza. Si no, siempre tenemos que pregonar nuestros éxitos – quién conocemos, dónde hemos estado, qué hemos hecho – por temor a que alguien no reconociese como de grandes pensamos que somos.

Camarero… más alcachofas, por favor!