Mileuristas….¡Unificáos!: Más reflexiónes sobre el posmodernismo
Hace poco, encontré la palabra “mileurista” en un artículo sobre las realidades a las que se enfrentan los jóvenes de hoy en día. Significa la barrera de mil euros mensuales que parece el techo de ingresos económicos para muchos, con o sin carrera universitaria. Ser “mileruista” resulta en pocas posibilidades de independizarse. Parece una “letra carmesí” que les condena, si no a vivir en casa con los padres, al menos a compartir piso con otros desafortunados de su generación que conocen bien los medios de transporte público, porque no pueden ni soñar con su propio coche algún día con el limitado poder adquisitivo que les imponen las circunstancias actuales.
Algunos entrevistados simplemente se resignaron a su destino e inventaron soluciones ingeniosas para maximizar sus pocos ingresos. La reacción de otros me fascinó. Decidieron formar una plataforma de mileuristas para insistir al gobierno que corrija esta laguna en el panorama económico del país. Con afán impresionante, organizaron protestas y congregaron a centenares de sus coreligionarios por SMS y chat a unos actos para descalificar a un ministro de no sé qué departamento del gobierno por su falta de acción.
¿Y si se puderia aplicar esta misma energía para organizar una pequeña empresa de servicio para jóvenes buscando piso, o una página web reuniendo ofertas de trabajo con solicitantes, o espabilarse para conocer la empresa que les paga una penuria aún mejor que el jefe, para después pedir un salario digno por ser ya la persona imprescindible para el negocio? (¡Gracias, Dan E. por el ejemplo!)
Observo mucho esta queja – que el mundo no me está ofreciendo lo que me debe – entre una cultura cada vez más fatalista. No sé si es una fuente o el resultado de la “posmodernidad”, pero el reflejo de culpar a otros por nuestra falta de iniciativa es de poca eficacia para resolver los problemas.
Me recuerda a una anécdota citada por el periodista Quim Monzó. Un grupo de esquiadores rumanos, hartos por la falta de nieve, organizaron una manifestación a mediados de enero pasado. Cito:
“Se fueron hasta al Instituto Nacional de Meterología y se plantaron delante, en señal de protesta. ‘¡Queremos nieve!’ era uno de los gritos que coreaban. No se marcharon hasta que algunos hombres del tiempo salieron … y les aseguraron que pasarían su queja a ‘la autoridad superior’ ”.