23 diciembre 2008

Los Magos acertaron según eruditos de Harvard

Sólo han tardado un poco más de dos milenios, pero finalmente investigadores de Harvard y la Universidad de British Columbia han confirmado que los reyes magos y todos los otros “dadores” que han surgido desde entonces hacen bien cuando regalan cosas a otros. Han demostrado que hacer regalos a otras personas hace a uno más feliz que hacérselos a si mismo.

Según un artículo en Science recogido por La Vanguardia (11/12/08), se hizo un experimento con 46 voluntarios en que se les dio un sobre con dinero a primera hora de la mañana y se les dijo que a las cinco de la tarde tenían que haberlo gastado. A algunos se les dio 5 dólares (unos €3,65) y a otros 20, y se les preguntó cómo se sentían de felices por la mañana y luego por la tarde.

Como puedes adivinar, recibir cinco o veinte dólares no tuvo ninguna influencia significativa en la felicidad de los participantes. Comprarse algo para sí mismos, tampoco. Pero el gran hallazgo…comprar algo para regalar a otros sí tuvo un efecto medible. Los que eligieron dar informaron que se sentían más felices por la tarde que los que decidieron sólo recibir.

Suena mucho como la sencilla máxima del nuevo Testamento: “más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35). Dar hace a uno feliz. Gracias, Harvard, por probarlo.

¡Feliz Navidad y día de Reyes!

15 diciembre 2008

Observaciones (parte II)


(continuación desde la entrada anterior). Como estudiante de liderazgo, soy pro-Obama. Es un líder y organizador ejemplar. No sólo habla del cambio sino que lo ha personificado. Obama, el primer afro-americano en ocupar el sillón de la oficina oval, ha terminado de un golpe con el “apartheid político” que ha contaminado el continente americano por demasiadas décadas. Ha unificado el electorado de ese país y restaurado el respeto de numerosos líderes internacionales hacia el “sueño americano”. Tiene la potencia para efectuar cambios duraderos en muchos entornos.

Pero como seguidor de Jesús, tengo que estar anti-Obama en cuanto a sus posiciones en temas vitales como el aborto, redistribución de riquezas a la fuerza, remodelación de la familia (reconocimiento de matrimonios gay, con derechos de adopción), etc. Entonces, de cierto modo, la cuestión llega a ésta: ¿Cuál es peor: un líder inepto con valores morales ejemplares (véase George W. Bush) o un pedazo de líder con un agenda opuesta a tus propios creencias y sensibilidades? Es precisamente a esta paradoja que muchos norteamericanos se están enfrentando como consecuencia de esta elección.

¿Cómo deberíamos reaccionar, entonces? Creo que la primera cosa es dejar nuestras gafas mesiánicas atrás. Los que ven a Obama como el Salvador del Mundo están tan equivocados como los que veían en George W. Bush alguien que no podía errar porque era un cristiano nacido de nuevo. No podemos entregarnos ciegamente a los pies de ningún político, no importa lo buen orador o moralista que sea. Obedecer las leyes, reconocer su autoridad, sí, pero nunca rendir nuestros derechos de observar, criticar e incluso protestar acciones que contradigan nuestros valores nucleares, ya sea el gobernador demócrata, republicano, del PP o del PSOE.

Un pensamiento final: yo, probablemente, utilizaré algunos de los discursos del Sr. Obama para instruir a futuros en el arte de la oración pública. Es así de bueno. Pero, capacidad para conmover a las masas no es siempre suficiente. Considera el triste caso de Herodes que habló como un dios pero rehusó reconocer a Aquel que instaura y derriba a los reyes y presidentes.


Hasta la próxima...


02 diciembre 2008

Observaciones (muy americanas) del 4 de noviembre


Tal vez sea por el apellido…o puede ser porque mis facciones faciales no son exactamente españolas, pero muchos me han pedido la opinión sobre las últimas elecciones en los EUA y el “cambio” que ha llegado cual huracán Katrina al escenario político americano. “¿A quién votaste?” “¿Cuál es tu opinión sobre Obama?” Etc., etc.

Si sirve de algo, creo que el presidente-electo Obama es el mejor político que veremos en esta generación. Es inteligente y un organizador brillante, capaz de recaudar 640 millones de dólares, rompiendo todos los récords y estableciendo un listón de gestión difícil de igualar. No tiene temor de rodearse de las mejores mentes y grandes estrategas políticos, aunque no piensen igual que él. Su capacidad retórica en la lengua inglesa rivaliza la de Churchill y Lincoln. Cuando yo escuché su discurso de aceptación por Internet, me encontré repitiendo la mantra[KC11] “Yes, we can” (“Sí podemos”) con los 125,000 seguidores congregados en Chicago. ¡El hombre es genial!

Mi pregunta es, “Sí, podemos… ¿hacer qué?” Leer la prensa Europa hace deducir que Obama es un Mesías del Siglo XXI. Pero la más superficial investigación sobre sus posiciones en cuanto a la estructura de la familia, el aborto, el papel del gobierno en la distribución de la riqueza, la eutanasia (el derecho a la muerte auto-infligida), el uso de embriones para investigación de células madre… es decir, en casi todos los asuntos clave que van más allá de los impuestos y la regulación y llegan hasta tocar la ética y el contexto moral del ser humano, el señor Obama está al otro extremo del péndulo que donde me posicionan mis convicciones como seguidor de Cristo. Sus compromisos con grupos como “Planned Parenthood” (gran defensor del aborto) y su alianza con la agenda del movimiento gay es revelador. (El lector que domine inglés puede acceder a estos links http://www.americaschoicenow.com/ http://bpnews.net/bpnews.asp?id=27510 . No avalo todo el contenido de estos sitios pero citan frases textuales del entonces senador Obama).

Entonces, ¿qué hago?... (Continuado en la próxima entrada)