09 marzo 2009

Es difícil ser ateo...

Matthew Parris pasó su niñez en Nyasaland, actual Malawi. Volvió después de 45 años, y escribió un artículo en el TIMES de Londres. Aprecio la honestidad, al riesgo de perder el respeto de sus colegas, de este periodista que se atrevió "salir del armario" para describir la paradoja del mundo real observado a través del prisma de ateísmo.

Pongo un extracto a continuación. (Para ver el artículo entero clica akí)

“Viajar en Malawi refrescó una creencia…que he intentado borrar por toda mi vida. Confunde mi ideología, y tozudamente rehúsa caberse con mi cosmovisión que me obliga decir que no hay Dios.

Ahora que soy un ateo firme, todavía estoy convencido de la enorme contribución que evangelismo cristiano ha aportado a África… En África, Cristianismo cambia los corazones de la gente y trae una transformación espiritual. El renacimiento es real. El cambio es bueno.

Anteriormente, yo evitaba esta verdad por aplaudir - como también puedes - los resultados de las iglesias misioneras en África. Es una lástima, yo diría, que la salvación es parte del paquete, pero tenía que admitir que los cristianos, blancos y negros, que trabajan en África, sí, curan los enfermos, enseñanan a la gente a leer y escribir: y sólo el secularista más cerrado puede ver a un hospital o escuela misionera y declarar que el mundo sería mejor sin ello. Yo permitiría que si la fe fue primordial para motivar a los misioneros para que presten su ayuda, bien, pero lo que importaba fue la ayuda, no la fe.

Pero eso no cuadra con los hechos. La fe hace más que apoyar el misionero; también se la trasfiere a los fieles. Esto es el efecto que importa tan inmensamente, y lo que no puedo evitar en mis observaciones."

En el artículo, Parris ontinua en explicar como fe y creencia es un enlace de dos vías entre Dios y el hombre, y que son los elementos transformadores que proveen la motivación para la mayoría de las obras que están marcando una diferencia en ese continente.

No es fácil ser un ateo honesto...